LibriVoxrecording of Doña Berta by Leopoldo Garcia Alas. Read in Spanish by Lu Una anciana solterona, última descendiente de los Rondaliego, cuya existencia transcurre íntegramente en un rincón de Asturias; alejada practicamente de todo contacto exterior y acompañada solamente por su vieja criada y un gato, decide marcharse sola
Elseñor gordo leyó la tarjeta de doña Berta, miró a la vieja de hito en hito, y cuando ella le dio a entender sonriendo y señalando a un oído que estaba sorda, puso mala cara; sin
Yaquella noche soñó doña Berta que de un pueblo remoto, allá en los puertos de su tierra, donde había muerto el pintor amigo, llegaba como por encanto, con las alas del viento,
Dehecho, está limitado a 25 el número de ciudadanos a los que se le puede conceder. «Aquí solo hay un Toisón y un collar porque son de la Virgen de Atocha, los demás son privados o están
Allevantarse, se bañaba, esparcía algunas gotas de perfume Chanel No. 5 detrás de las orejas y antes de vestirse con ropa interior, se ponía el collar de perlas. Cuando yo la veía en su Unclásico de las letras hispanas de finales del siglo XIX que ahora podeis disfrutar en audiolibro, Doña Berta, una de las novelas más destacadas de Leopoldo Alas "Clarin".

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Lasoberna emérita acostumbra a lucir el trío (broche y zarcillos) en ceremonias de diario. Doña Letizia, como informó el propio orfebre también posee varios diseños de su firma, “tiene un

DoñaBerta, conoció que por fin el desconocido la saludaba, y, sin oírle, contestó inclinando la cabeza. Ella no tenía miedo, ¿por qué? Pero estaba pasmada y un poco
CapítuloX En el mismo coche que ella había tomado por horas, y la esperaba a la puerta, fue trasladada a su casa doña Berta, que volvió en sí muy pronto, aunque sin fuerzas
Lainfanta Elena en la boda real griega del príncipe Philippos. Se trata de un collar que está diseñado con rubíes, esmeraldas, zafiros y diamantes montados en oro. Esta no es la primera vez

Capítulo1. Hay un lugar en el Norte de España adonde no llegaron nunca ni los romanos ni los moros; y si doña Berta de Rondaliego, propietaria de este escondite verde y silencioso, supiera algo más de historia, juraría que jamás Agripa, ni Augusto, ni Muza, ni Tarick habían puesto la osada planta sobre el suelo, mullido siempre con tupida hierba fresca,

Lailusión más temible de la escritura es la que consiste en hacerte creer que puede abolir el espacio, y también el tiempo, volver a hacer presente lo que no está, o alcanzable lo
Enla cabeza e la mujer la imagen del cuadro, el reduerdo del hijo y la presencia del pintor se confunden y se ofuscan poco poco en una trama de ensueños, soledades reconcentradas y un renacer casi póstumo de la vitalidad de
Elcapitán se dejó vencer; permaneció en Posadorio más tiempo del que debiera; y un día, cuando las fuerzas de su cuerpo y la fuerza de su amor habían llegado a un grado de intensidad que producía en él una armonía deliciosa y de mucho peligro, cayó, sin poder remediarlo, a los pies de Berta, en cuanto la ocasión de verla sola vino a tentarle.
Hayun lugar en el Norte de España adonde no llegaron nunca ni los romanos ni los moros; y si doña Berta de Rondaliego, propietaria de este escondite verde y silencioso, supiera algo más de historia, juraría que jamás Agripa, ni Augusto, ni Muza, ni Tarick habían puesto la osada planta sobre el suelo, mullido siempre con tupida hierba fresca, jugosa, Hemosolvidado aquello de «Cada oveja con su pareja», y hemos cambiado los frenos, como dicen en mi tierra. Hagámonos perdonar nuestra locura, con una gran cordura, volviendo sobre nuestros pasos. Si ellos se casan allá entre sí, casémonos nosotros acá in ternos. DOÑA BERNARDA. — ¡Oh!, en cuanto a eso Laspalabras del pintor adquieren más sentido cuando el detalle del retrato se satura en un punto sucesivo de la narración: transcurridos ocho días -marcados por el debate interior
Hoyrecuperamos el caso de la alemana doña Berta Wihelms y su sanatorio, construido en el año 1923. Este centro hospitalario, que tenía como fin el descanso de enfermos con tuberculosis, quedó
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